Nuestras madres nos enseñaron que el cuchillo se cogía con la mano derecha y el tenedor con la izquierda. Pero también nos enseñaron a comer con cuchara. Bueno, más bien, esto nos lo enseñaron nuestras abuelas. Una clase impartida por esas segundas madres empeñadas en que comiéramos calientes de forma sana.
Hoy todas las abuelas del mundo esbozarían una sonrisa al saber que este año de primero se van a pedir muchos platos con cuchara. Todo apunta a que el caldo será una de las tendencias foodies para este año. Los anglosajones han sido los primeros en rescatar este plato servido en cuenco o tazón y que nos recuerda a momentos hogareños en los fríos días de invierno.
En La Familiar también nos sumamos a esta fiebre gastronómica. Muchos la han bautizado con el nombre de caldomanía o souping. Nosotros preferimos hacer mención a la cocina de toda la vida que a todos gusta por su sabor tradicional. En nuestro menú diario disponemos de varios platos hondos para comer con cuchara.
De primero, una crema ligera de zanahoria o de verduras. Una elección segura que se complementa a la perfección con un plato de carne o pescado como segundo plato.
A pesar de ser un plato típico de la Navidad, la crema de marisco o de bogavante suele formar parte de nuestro menú varias veces al año. Una delicia con sabor a mar y de sabor intenso.
Para los amantes del boletus, la crema de setas en temporada es la opción perfecta. Una exquisita explosión de sabor con los mejores hongos recolectados de la tierra.
Y por último, el entrante perfecto para los días de invierno. Una cazuelita de consomé al Jerez. Un caldo saciante y perfecto para entrar en calor o para esos días de gripe o catarro.
¿Te animas a pedir una cremita o un consomé de primero?